Antes de la emoción adolescente de los regresos a casa, los bailes de graduación y las primeras citas, está la alegría exultante y la anticipación de las fiestas de cumpleaños. Para los niños, los cumpleaños son como mini vacaciones, con juegos, regalos y dulces. Tener uno lanzado en su honor o ser invitado a la de un amigo es a menudo un punto culminante especial del año.
Pero combinar un grupo de niños emocionados y azúcar puede ser desastroso. El niño que cumple años puede burlarse de un regalo, causando que un invitado llore. Un chico muy nervioso puede arruinar el tiempo de juego para todos si no sigue las reglas. Sulky Sams y Sallys pueden derribar las actitudes de todo el grupo.
Como padres, usted quiere que su hijo se divierta pero también que se comporte lo mejor posible. El cumpleañero debe dar un buen ejemplo a los invitados, y los invitados deben respetar las reglas de los demás padres. Por lo tanto, antes de asistir a una fiesta de cumpleaños, los padres deben sentarse con los niños y recordarles la etiqueta básica de la fiesta, detallada en los siguientes cinco principios.
Contenido- Sea discreto
- Siga las reglas
- No te quejes
- Comprender si los hermanos no están invitados
- Practica la gratitud
#5:Sé discreto
Una de las primeras preguntas que surge en la mente de los padres cuando planean las fiestas de cumpleaños de sus hijos e hijas es si están obligados a invitar a toda la clase de la escuela. Para los niños más pequeños, puede parecer un gesto cortés, pero hospedar a 25 niños y niñas puede resultar simplemente demasiado difícil de manejar. Los expertos en etiqueta están de acuerdo en que no es necesario invitar a toda la clase, pero los niños deben ser discretos en esa situación. Repartir invitaciones en la escuela, por ejemplo, no es una buena idea, ya que los niños que no fueron invitados podrían notarlo.
Cuando elabore una lista de invitados con los niños, resalte la importancia de no hablar de la fiesta de cumpleaños en clase. Envíe las invitaciones por correo o entrégueselas directamente a los padres. Los niños mayores pueden llamar por teléfono a sus amigos e invitarlos, pero aún así deben ser educados y no discutirlo con otras personas.
#4:Siga las reglas
Antes de dejar a los niños en una fiesta de cumpleaños, deben estar preparados para seguir las reglas en la casa de un amigo. Explique que aunque la fiesta se lleve a cabo en otro lugar, deben actuar como si estuvieran en casa con mamá y papá. Anima a los niños a escuchar a los otros padres, ya que eso ayudará a que el cumpleañero la pase aún mejor.
Por otro lado, los niños que cumplen años también deben seguir las reglas. En medio de toda la emoción de los amigos que vienen a pasar la tarde, puede ser tentador presumir o actuar. Pero hable con el cumpleañero o la cumpleañera de antemano y discuta la importancia de dar un buen ejemplo. De esa forma, los amigos se divertirán más y querrán volver de nuevo.
#3:No te quejes
Quejarse en una fiesta es un asesino instantáneo de la diversión. Los jóvenes asistentes a los cumpleaños pueden enojarse por varias razones, como los celos por un regalo, la selección de alimentos o un bajón de azúcar. Además de seguir las reglas, los invitados también deben entender que no se permite quejarse. Por ejemplo, los niños y las niñas deben estar listos para comer los bocadillos y el pastel que se les ofrece o saber cómo rechazarlos cortésmente. Explique que la fiesta se organiza para su amigo y que tendrá la oportunidad de celebrar su propia celebración cuando llegue su cumpleaños.
Del mismo modo, los niños que cumplen años también deben seguir quejándose al mínimo. Una forma sencilla de evitar esto es incluirlos en el proceso de planificación. Una vez que tengan la edad suficiente, los niños y las niñas pueden ayudar a seleccionar el tema de su propia fiesta, las actividades, la lista de invitados, etc. Si expresan su descontento porque algo no les está yendo bien durante la fiesta, pídales que mantengan una actitud positiva.
#2:Entender si los hermanos no están invitados
Un problema inevitable que surge con las fiestas de cumpleaños de los niños es si se invita a la familia. ¿Deberían venir los padres o dejar a los niños? Además, ¿se invita alguna vez a los hermanos por defecto? En primer lugar, los padres deben asumir que los hermanos no están invitados implícitamente, especialmente los mayores. Y pase lo que pase, los padres deben aclarar con la familia anfitriona que asistirá un hermano.
Si los acompañan hermanos mayores de tres años, deben tener en cuenta que es posible que no puedan participar en todas las actividades. Los padres anfitriones probablemente intentarán acomodar a los hermanos, pero algunas cosas pueden no ser apropiadas para la edad. Por ejemplo, los hermanos y hermanas mayores probablemente no deberían participar en juegos competitivos ya que tendrán una ventaja injusta. Al mismo tiempo, los niños más pequeños pueden retrasar las actividades si no tienen el mismo nivel de habilidad. En consecuencia, los padres deben llevar algunas opciones alternativas discretas (libros para colorear, videojuegos portátiles, etc.) para mantener entretenidos a los hermanos.
#1:Practica la gratitud
En estos días, los padres se preocupan por si los niños deben abrir los regalos en las fiestas de cumpleaños. Algunos temen que promueva el materialismo y la codicia, y otros desean evitar la incomodidad de un niño que se burla de un regalo. Ya sea que el momento presente ocurra durante o después de una fiesta, los cumpleaños son una excelente oportunidad para enseñar el valor de la gratitud.
Si abre regalos frente a amigos, los niños y niñas que cumplen años deben estar listos para decir gracias por lo que sea que esté dentro del papel de regalo. Incluso si no les gusta o ya lo tienen, deben abstenerse de decir nada negativo. Cuando escriba notas de agradecimiento para los asistentes, involucre también a los niños que cumplen años. Eso inculca el valor de expresar agradecimiento y demuestra la etiqueta adecuada posterior a la fiesta.
Recuerde a los invitados a la fiesta de cumpleaños que también agradezcan a sus amigos anfitriones y a sus padres cuando salgan por la puerta. Enseñe a los niños a practicar la gratitud a una edad temprana y cosecharán los beneficios en muchos cumpleaños por venir.