Halloween es una de las festividades más alegres de todo el año. A pesar de ser típicamente norteamericana, su celebración se ha extendido por todo el mundo y son muchos los países europeos y latinoamericanos que el 31 de octubre se preparan para disfrazarse con los looks más terroríficos y salir de fiesta. Pero durante esta fecha los verdaderos protagonistas son los niños, que van de casa en casa jugando al "truco o trato", ¿quieres saber cómo hacerlo tu también?, en unComo.com te lo explicamos.
Pasos a seguir: 1Una buena forma de incentivar el intercambio en la comunidad es organizar un juego de truco o trato en tu calle, en el que todos los vecinos sepan que el 31 de octubre al anochecer los más pequeños tocarán a su puerta, así todos estarán preparados para recibirlos con gran cantidad de caramelos y chucherías
2Para comenzar los pequeños deben disfrazarse, cuanto más original mejor. En éste artículo te damos algunas buenas ideas con algunos disfraces sencillos pero muy muy divertidos
3Una vez disfrazados deberán llevar con ellos una cesta o bolsa resistente. Pueden comprar una en forma de calabaza para estar a tono con la celebración de Halloween
4Los niños deberán ir en pequeños grupos tocando las puertas de cada uno de sus vecinos, puede ser dentro del edificio o al rededor de la manzana. En las zonas residenciales de casas es donde los pequeños tienen más libertad para hacer el conocido "truco o trato"
5Una vez que tocan el timbre deben anunciar en voz fuerte "truco o trato". El juego ha comenzado, cuando el dueño de la casa abre deberá dar dulces o juguetes sencillos a cada uno de los niños para sellar el trato, si ellos no reciben nada a cambio entonces podrán hacer un truco o travesura a su vecino
6Las travesuras consisten en trucos sencillos: llenar de papel higiénico la puerta o el jardín de los vecinos, arrojar espuma a la persona o la puerta de su hogar o cualquier cosa simple que no implique vandalismo
7Tras recorrer varios apartamentos o casas los niños suelen regresar a casa con un jugoso botín que puede durar muchos días. En Estados Unidos los padres acostumbran tomar los dulces y guardarlos para dárselos al pequeño de a poco y es que de lo contrario seguro que tales manjares desaparecerían en pocas horas y muchos peques acabarían con dolor de estómago toda la noche