La idea básica es "¡quema bebé, quema!"
Los hornos autolimpiantes usan un ciclo de temperatura de aproximadamente 900 grados Fahrenheit (482 grados Celsius) para quemar los derrames sobrantes de la cocción, sin el uso de productos químicos. Un horno de autolimpieza está diseñado con un enclavamiento mecánico (patentado en 1982) para mantener la puerta del horno bloqueada y cerrada durante y poco después del ciclo de limpieza a alta temperatura, que puede durar aproximadamente tres horas. La puerta permanece cerrada para evitar quemaduras. Puede abrir la puerta del horno después de que el horno se enfríe a aproximadamente 600 F (315 C).
Si los derrames de horneado no se limpian después de hornear, puede haber algo de humo durante un ciclo de limpieza del horno. Es una buena idea sacar a las mascotas del área cuando se ejecuta el ciclo de autolimpieza del horno. Ha habido informes de artículos recubiertos de teflón calentados en hornos que liberan vapores inodoros que son mortales para las aves.
Los hornos autolimpiantes tienen el beneficio adicional de un mayor aislamiento, lo que ayuda a la eficiencia energética para el horneado regular. Esto es similar en concepto a un factor R aumentado para el aislamiento del hogar.
También ahorrará costos de energía al usar el ciclo de autolimpieza justo después de hornear, para aprovechar el horno ya parcialmente calentado.
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