La comida del sendero no tiene por qué ser una experiencia aburrida. De hecho, he comenzado a llevar mis postres favoritos, como gelatina, budín y hasta flan. Los mochileros normalmente pasan por alto tales golosinas porque la refrigeración es imprescindible. El hecho es que la mayoría de las zonas rurales ofrecen refrigeración natural en abundancia.
- A gran altura:nieve o hielo
- A baja altura:arroyos de montaña
- En las llanuras cálidas:un río o estanque
Prepara tu postre preferido y colócalo en una bolsa con cierre hermético dentro de otra. Arroje la bolsa en agua fría y poco profunda o en la nieve. Si existe el riesgo de que su golosina se aleje flotando o se deslice por una montaña helada, llene otra bolsa con agua fría o nieve, luego coloque su bolsa de postre dentro de esa "mini-nevera". El pudín se asienta en unos 10 minutos, y la gelatina puede tardar hasta 4 horas en ponerse ondulada.