Las papas fritas son una guarnición universalmente apreciada por una buena razón:son deliciosas. Ya sea que esté comiendo papas fritas regulares apiladas junto a su hamburguesa o sumergiendo batatas fritas en su condimento favorito, el sabor salado siempre da en el clavo. Sin embargo, según Eric Rimm, profesor de epidemiología y nutrición de Harvard, los estadounidenses podríamos disfrutar demasiado de esas deliciosas papas fritas.
Mientras hablaba con el New York Times , Rimm no se anduvo con rodeos al describir las patatas como "bombas de almidón". Si fuera por él, nuestro lado de papas fritas estaría limitado a solo seis barras de bondad salada. Lo más probable es que ese nivel de restricción sea inconcebible para usted, incluso el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) permite de 12 a 15 papas fritas por comida. Por supuesto, la mayoría de nosotros podemos admitir que nos entregamos a más de esas dos cantidades. Los Tiempos también cita la afirmación del USDA de que los estadounidenses comen un promedio de 115.6 libras de papas cada año, generalmente en forma de papas fritas y papas fritas.
Sin embargo, el argumento de Rimm se deriva más de la idea arraigada de que las papas no tienen mucho valor nutricional que de la cantidad de tubérculos que consumimos. Un estudio de 2013 de Advances in Nutrition sin embargo, discrepa. Aunque los investigadores reconocieron este concepto erróneo de que las papas no son saludables, también concluyeron que las papas son en realidad una fuente de bajo costo de nutrientes críticos, proteínas de alta calidad y un carbohidrato saciante que aporta energía, vitaminas, minerales y fitoquímicos a nuestra dieta.
Dicho esto, la moderación siempre es clave, lo cual es cierto incluso cuando se trata de los alimentos más saludables que existen. No vemos ningún problema con disfrutar de una guarnición de papas fritas con sus comidas de vez en cuando, pero probablemente valga la pena considerar la frecuencia con la que las come en una semana. Si es más de una o dos veces, es posible que deba reducir. Cualquiera que sea el caso, depende de usted y su médico decidir qué es lo mejor para su salud.
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