Con especias de pastel de calabaza, chocolate blanco y arándanos, estos biscotti son el regalo perfecto para el otoño.
Precaliente el horno a 325°F. Cubra dos bandejas grandes para galletas con papel pergamino.
En un tazón grande, combine los primeros seis ingredientes (hasta las especias para pastel de calabaza). Haz un pozo en el centro de la mezcla de harina. En un tazón pequeño, mezcle la calabaza, el huevo, la yema de huevo y la mantequilla derretida. Coloca la mezcla de huevo en el hueco de la mezcla de harina; agregue las nueces y los arándanos. Revuelva la mezcla hasta que la masa comience a formar una bola. Usa tus manos para amasar ligeramente la masa hasta que quede suave.
Ponga la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Divide la masa en tres porciones iguales. Forme cada porción en un rollo de 8 pulgadas. Coloque dos rollos a una distancia de aproximadamente 3 pulgadas en una bandeja para hornear preparada. Coloque el rollo restante en la bandeja para hornear restante. Aplane los rollos a unas 3 1/2 pulgadas de ancho.*
Hornee en rejillas de horno separadas durante 25 minutos o hasta que los rollos estén firmes y de color marrón claro, girando las hojas a la mitad. Enfriar en hojas sobre rejillas de alambre durante 15 minutos.
Transfiera los rollos a una tabla de cortar. Use un cuchillo de sierra para cortar diagonalmente los rollos en rebanadas de 1/2 pulgada. Coloque las rebanadas, con los lados cortados hacia abajo, en bandejas para hornear galletas.
Hornear 10 minutos. Voltee las rebanadas. Hornee de 8 a 10 minutos más o hasta que estén crujientes y doradas. Remover; enfriar sobre rejillas de alambre.
Para biscotti más cortos, forme rollos de 12 pulgadas y aplánelos a 2 pulgadas de ancho.
Coloca capas de galletas entre hojas de papel encerado en un recipiente hermético. Almacenar a temperatura ambiente hasta 3 días o congelar hasta 3 meses.