Estas albóndigas aptas para toda la familia se juntan rápidamente (solo se requiere pavo, arroz, aceite de oliva y condimentos) y saben muy bien con una ensalada crujiente de col rizada y manzana. El aderezo de limón y tahini es un ganador:su textura cremosa agrega una bienvenida riqueza al plato. Consejo profesional:un congelador lleno de estas albóndigas de pavo y arroz es tu aliado. Prepárelos con la ensalada como se indica a continuación, o sírvalos revueltos en una sopa caldosa, enrollados en pasta o debajo de una capa de queso derretido encima de un panecillo frotado con ajo. Gracias a sus sabores flexibles, se sienten como en casa en muchos platos.