El chocolate agridulce le da un gran sabor a estas pequeñas galletas.
Coloca las rejillas para dividir el horno en tercios; precaliente a 325°F. Cubra dos bandejas para hornear con papel pergamino.
En un procesador de alimentos agrega las almendras y el azúcar; procese hasta que la mayoría de las almendras estén molidas, raspando el recipiente de vez en cuando para asegurarse de que no quede una capa gruesa en el fondo. Agrega la harina, el cacao, la sal y la canela; pulse para combinar la mezcla. Esparza pedacitos de mantequilla fría sobre la mezcla y procese en pulsos largos hasta que tenga cuajadas y migas húmedas. (Esto puede tomar un par de minutos). Raspe los lados y el fondo del tazón según sea necesario, y revise la masa con frecuencia pellizcando un trozo para ver si se mantiene unido. Agrega el chocolate; procese por un par de pulsos hasta que se combinen. Forma una bola con la masa.
Para cada galleta, exprima aproximadamente una cucharadita de masa en forma de pepita, pirámide o al azar. Coloque en las bandejas para hornear con un pequeño espacio entre ellas (no se esparcen mucho durante la cocción).
Hornee las galletas unos 15 minutos (rote las hojas de arriba hacia abajo y de adelante hacia atrás después de 8 minutos). Las galletas estarán muy blandas, pero se endurecerán a medida que se enfríen. Enfriar en bandejas para hornear durante 5 minutos; transfiera suavemente las galletas a rejillas de alambre para que se enfríen.