Celebre los sabores del otoño y acomódese con una porción de este delicioso pastel de café para comenzar dulcemente la mañana.
Precaliente el horno a 350°F. Engrasa y enharina un molde desmontable de 9 pulgadas.
En un tazón mediano, mezcle 2 tazas de harina, el polvo de hornear, la sal, el bicarbonato de sodio, 1/2 cucharadita. de la canela, y 1/2 cdta. de la nuez moscada. En un tazón pequeño, mezcle la calabaza, 1/2 taza de crema agria, el azúcar granulada y el café en polvo.
En un tazón grande, bata la mantequilla ablandada con una batidora de media a alta durante 30 segundos. Agrega 1 taza de azúcar morena; batir de 1 a 2 minutos o hasta que quede muy esponjoso. Batir los huevos y la vainilla hasta que se mezclen. Alternativamente, agregue la mezcla de harina y la crema agria restante a la mezcla batida, batiendo hasta que se combinen después de cada adición. Transfiere la mitad de la masa a un molde desmontable preparado; esparcir uniformemente. Vierta la mezcla de calabaza sobre la masa; esparcir uniformemente. Cubra con cucharadas de la masa restante.
Para el streusel, en un tazón mediano combine 3/4 taza de harina, 2/3 taza de azúcar morena y la 1/2 cucharadita restante. canela y 1/4 cdta. nuez moscada. Usando una batidora de repostería, corte 1/3 taza de mantequilla hasta que la mezcla se desmorone. Espolvorea sobre la masa en el molde.
Hornee durante unos 65 minutos o hasta que un palillo salga limpio y un termómetro registre unos 180 °F. Enfriar en el molde sobre una rejilla de alambre 15 minutos. Afloja y quita los lados del molde; enfríe el pastel de café sobre una rejilla durante 30 minutos.
Mientras tanto, para el glaseado, en un tazón pequeño mezcle el azúcar en polvo y una pizca de nuez moscada. Agregue suficiente leche para lograr una consistencia llovizna. Rocíe sobre el pastel. Sirva tibio o frío.