Los filtros constituyen la mayor parte de sus opciones de tratamiento de agua. Por definición, los filtros eliminan físicamente a los bichos ofensivos más grandes que un tamaño determinado. Algunos filtros eliminan o filtran protozoos y bacterias, y hay filtros que “purifican”, lo que significa que también eliminan virus. El tipo que elija depende del grado de riesgo que esté dispuesto a asumir. Obviamente, los purificadores son la forma más segura de hacerlo porque filtran los virus difíciles de conseguir. Pero los purificadores cuestan más y tienden a obstruirse más rápidamente que los que no lo son. Todos los dispositivos de filtrado se obstruyen eventualmente, algunos antes que otros. Dado que un filtro obstruido es tan bueno como una tienda de campaña sin techo, este es un factor importante a considerar al comprar.
Durante muchos años, hervir ha sido la forma más infalible de hacer que el agua sea segura porque ningún micropiojo, sin importar cuán tenaz sea, puede sobrevivir a una ebullición continua. Los expertos no están de acuerdo sobre cuánto tiempo debe hervir el agua para que sea segura para beber. Algunos dicen que basta con alcanzar el punto de ebullición (212 °F). Otros dicen que debe mantener una ebullición constante durante 3 minutos.
Hervir es infalible en el sentido de que no tiene que depender de ningún otro mecanismo que no sea su capacidad para encender su estufa o hacer fuego. Si bien hervir tiene inconvenientes, como consumir combustible y tiempo, es el camino a seguir para el agua de cocción. En otras palabras, no hay necesidad de filtrar o desinfectar químicamente el agua que vas a usar para cocinar el arroz. Simplemente sumerja su olla en el arroyo, colóquela en la estufa y hierva.
Otra opción para tratar el agua:el yodo, que viene en tabletas, cristal y líquido. Durante años, el yodo ha sido la forma más eficiente para que los mochileros traten el agua porque es liviano, económico y tan fácil como echar un terrón de azúcar en una taza de café. Sin embargo, el yodo tiene su lado negativo. Primero, si se trata de agua turbia y con mal sabor, el yodo no hace nada para que sea más atractiva. De hecho, hace que sepa aún peor. En segundo lugar, y lo que es más importante, los expertos descubrieron recientemente que el yodo no mata al Cryptosporidium, un protozoo que se está volviendo cada vez más común en las aguas del interior de América del Norte.
La última opción son las gotas líquidas, que utilizan dióxido de cloro para desinfectar el agua. Los dos fabricantes que fabrican las gotas, McNett y Aqua-Lung, afirman que, cuando se mezclan correctamente, se encargan de Giardia y Crypto.