La historia del pan francés es larga y variada, lo que lleva al popular pan crujiente consumido por millones todos los días. Comprender esta historia puede brindarle información sobre la forma, la textura y el sabor del pan.
¿Qué es el pan francés?
Los franceses tienen una larga historia de influencia en la técnica culinaria, desde los términos utilizados para describir las técnicas de cocción hasta el pan que comen a diario muchas personas en todo el mundo. El pan francés es un pan característico con ingredientes estrictamente controlados. De hecho, la ley francesa dicta que los panes contienen solo harina, agua, levadura y sal en cantidades variables.
Un verdadero pan francés o baguette es largo y delgado con una corteza gruesa y dorada que debe crujir cuando se aprieta. El interior del pan es elástico y de color blanquecino con cavidades de diferentes tamaños distribuidas por todo el interior. A pesar de sus ingredientes simples, el pan debe tener un sabor ligeramente dulce y a nuez con un aroma a mantequilla.
La historia del pan francés
Los inicios del pan francés se pueden encontrar en Viena a mediados del siglo XIX. Antes de este período, el pan se horneaba en un horno seco, lo que producía una hogaza de textura menos consistente. La invención y el uso del horno de vapor permitieron el control de la temperatura y el tiempo de cocción que produjo una hogaza de pan con un interior suave y cremoso y una corteza gruesa y marrón.
En la década de 1920 se aprobó una ley que prohibía a los panaderos trabajar antes de las cuatro de la mañana. Dado que la mayoría de los panaderos se levantaban mucho antes para empezar a preparar sus panes, se hizo un cambio. En lugar de moldear el pan en panes anchos y planos que habían sido populares anteriormente, los panaderos comenzaron a moldear su masa en panes largos y delgados de no más de 2-1/2 pulgadas de diámetro. Esta nueva forma permitió que el pan se cocinara más rápido; los panaderos ahora podían servir el desayuno a la multitud mientras obedecían la ley laboral.
El resultado de la nueva forma fue una corteza muy gruesa y uniforme que protegía el interior del pan para que no se cocine demasiado. La nueva forma del pan era perfecta para rebanar en porciones individuales para sándwiches y rápidamente ganó popularidad.
La historia de los ingredientes del pan francés
Si bien el pan francés de hoy tiene pautas estrictas para seleccionar los ingredientes, no siempre fue así. Cuando los panes se producían por primera vez en Viena, se usaban harinas blandas como los frijoles para ayudar a darle al pan sus sabores característicos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la escasez de alimentos e ingredientes hizo que el pan se produjera con ingredientes inferiores; Se utilizaron rellenos como la harina de soja para continuar produciendo los panes. En el momento en que los ingredientes comenzaban a encontrarse nuevamente en cantidades adecuadas, comenzó la producción en masa de los panes. Esta producción en masa condujo a un mayor uso de ingredientes y rellenos económicos para producir el pan de forma económica.
Si bien muchos panaderos artesanales todavía usaban ingredientes de calidad, la producción masiva de pan significó que la mayoría de los supermercados y restaurantes vendieran pan que no estaba a la altura de los altos estándares establecidos por primera vez por los panaderos en Viena.
A medida que la forma característica del pan comenzaba a asociarse con el país de Francia, y muchos franceses comían el pan a diario, surgieron dudas sobre la calidad de los ingredientes y los estándares que se utilizaron para producirlos. Para resolver el problema de los ingredientes inadecuados, se aprobó una ley que aseguraría que las hogazas de pan producidas en cantidades masivas contendrían un mínimo de ingredientes de calidad.
La historia del pan francés ofrece a los amantes de este pan clásico un vistazo de cómo obtuvo su corteza, sabor y textura característicos. Considere esto la próxima vez que disfrute de una baguette fresca.