Ya sea que estén cocidos, fritos, escalfados o mezclados con una masa esponjosa para panqueques, realmente no hay un método incorrecto para preparar un huevo. Entre los métodos más fáciles y deliciosos en el mundo de la preparación de huevos está el revuelto. Los huevos revueltos (junto con el tocino, por supuesto) son una forma rica en proteínas de comenzar la mañana, ya que necesitan poco más que un tazón, un tenedor y complementos. Aquí hay algunos pasos rápidos y fáciles para hacer los mejores huevos revueltos.
1. Coge un cuenco
Si bien es una práctica común para algunos romper sus huevos directamente en su hierro fundido y revolverlos, mezclarlos previamente en un tazón permite que entre aire, lo que le da huevos más esponjosos y livianos. Casca uno o dos huevos en un bol y tira las cáscaras. Para su tranquilidad, siempre debe asegurarse de que sus huevos no se echen a perder. Y, sí, esas conchas son geniales para el jardín, así que utilízalas como abono con tus otros restos de cocina.
2. ¡Mátalo!
Con un tenedor o un batidor pequeño, bate los huevos hasta que alcancen un color y una consistencia uniformes. Consejo profesional:intenta agregar leche, mitad y mitad o crema espesa, queso, ajo en polvo o una pizca de sal (¡o todo!) para obtener huevos esponjosos y sabrosos.
3. Calienta tu hierro fundido
Tome una sartén de hierro fundido o antiadherente y colóquela a fuego medio-bajo. No querrás que esté humeante, solo lo suficientemente caliente como para derretir la grasa. Ahora, el truco es agregar una capa de mantequilla (o grasa de tocino para un sabor ahumado y salado) y derretirla para que cubra la sartén sin quemarse (el aceite en aerosol servirá en caso de necesidad).
4. Agrega esos huevos
Vierta los huevos batidos y deje reposar la mezcla durante unos momentos.
5. Demoler
Con una buena espátula resistente al calor, empuja los huevos de un lado de la sartén al otro, como una excavadora. En este punto, puedes añadir jamón picado, queso o cebollino.
Estás buscando huevos de color amarillo brillante con una textura esponjosa. Una vez logrado, apaga la estufa, retira la sartén del fuego y sirve con sal, pimienta o salsa picante de Frank.