Las dietas basadas en plantas están de moda hoy en día, y millones de personas recurren a ellas para mitigar futuros riesgos para la salud, perder peso y ayudar al medio ambiente. Pero dentro de la moda basada en plantas, algo llamado dieta frugívora ha ganado cada vez más atención en los últimos años. Sin embargo, los investigadores dicen que no es tan bueno como parece.
¿Qué es la dieta frugívora?
El frutarismo consiste en comer una dieta basada en plantas donde del 55 al 75 por ciento de los alimentos consumidos son frutas crudas. Tampoco incluye ningún producto animal como lácteos, huevos y carne. Los frugívoros señalan en gran medida una serie de supuestos beneficios para la salud:Comer principalmente frutas llena su cuerpo con fibra, vitamina C y potasio.
Según James Brown, PhD, profesor de biología en la Universidad de Aston, incluso Steve Jobs, el difunto cofundador de Apple, siguió una dieta frugívora durante parte de su vida. Dicho esto, esta dieta “se basa erróneamente en la creencia de que los humanos no son omnívoros, sino frugívoros, animales que prefieren comer fruta cruda”, escribió Brown en The Conversation. “Los defensores de esta creencia afirman que el sistema digestivo humano está diseñado fisiológicamente para digerir frutas y verduras crudas. Si bien esto puede haber sido cierto alguna vez, el cuerpo humano ha evolucionado”.
¿Por qué es potencialmente dañino?
Las dietas basadas en plantas generalmente vienen con una serie de beneficios para la salud. La investigación muestra que reducen el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, reducen la presión arterial y también podrían ayudar con la pérdida y el control del peso. Sin mencionar que también hay un impacto ambiental positivo que proviene de consumir menos productos de origen animal.
Sin embargo, los científicos se apresuran a señalar que una dieta frugívora podría terminar haciendo más daño que bien. Si bien algunos frugívoros afirman que el estilo de vida puede curar enfermedades como el cáncer y deshacerse de la hinchazón, no hay evidencia concreta que lo respalde. Además, si bien las frutas son una parte esencial de una dieta equilibrada, depender en gran medida de ellas para nutrirse significa que se perderá muchas vitaminas y minerales increíblemente importantes, como el hierro, la vitamina B, el zinc y los ácidos grasos omega-3, el calcio y la vitamina D. Sin mencionar que no obtendrá suficientes grasas o proteínas, que son componentes fundamentales para que su cuerpo funcione correctamente.
Además, si bien los azúcares naturales que se encuentran en las frutas son una parte importante de una dieta más amplia, comer comidas que contengan principalmente fructosa puede provocar picos de azúcar en la sangre y acumulación en el hígado, lo que provoca problemas de salud más graves.