A medida que envejecemos, sabemos que comer más frutas, verduras y granos integrales puede ayudarnos a vivir más tiempo. Pero, ¿qué pasa con los alimentos que aceleran el envejecimiento? Aparentemente, hay un tipo específico que está causando estragos en nuestros cuerpos:los alimentos ultraprocesados.
Probablemente ya sepa que atiborrarse de una pizza congelada todas las noches no es lo mejor para usted, pero lo que muestra la nueva investigación es bastante alarmante en cuanto a lo que los alimentos procesados realmente le están haciendo a nuestros cuerpos.
Investigadores de la Universidad de Navarra en Pamplona, España, han descubierto que comer alimentos ultraprocesados (UPF) está significativamente relacionado con el envejecimiento celular. Según Harvard Health, “UPF son productos alimenticios fabricados que comprenden los componentes básicos de los alimentos naturales:aislados de proteínas, azúcares, grasas y aceites. También pueden contener aditivos como colorantes y sabores artificiales o estabilizadores”. Esto incluye alimentos como comidas congeladas, panes empacados, refrescos, perros calientes, fiambres, tocino y salchichas, comida rápida, galletas empacadas, pasteles, refrigerios salados e incluso "alimentos saludables" como yogures endulzados, cereales y proteínas en polvo.
El nuevo estudio, publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, tenía como objetivo averiguar si comer UPF afectaba el envejecimiento a nivel celular. Los investigadores utilizaron datos del proyecto SUN, otro estudio que comenzó a reclutar en el año 2000. Los participantes en el proyecto SUN deben completar cuestionarios cada dos años. En 2008, los participantes de SUN mayores de 55 años participaron en un estudio genético que se utilizó para la nueva investigación. 886 de ellos, con una edad promedio de 68 años, proporcionaron muestras de saliva para el análisis de ADN y autoinformaron su consumo diario de alimentos.
El equipo analizó el envejecimiento celular midiendo la longitud de los telómeros, las estructuras ubicadas en los extremos de nuestros cromosomas. Los telómeros en realidad no contienen ninguna información genética, pero preservan la integridad de nuestros cromosomas al evitar que sus extremos se deshilachen. A medida que envejecemos, los telómeros se vuelven más cortos y menos efectivos, y los científicos los consideran marcadores de la edad biológica.
Los investigadores clasificaron a los participantes en cuatro grupos según la cantidad de UPF que comieron cada día:
- bajo:menos de 2 porciones
- medio-bajo:2 a 2,5 porciones
- medio-alto:2,5 a 3 porciones
- alto:más de 3 porciones
Según sus hallazgos, hubo una asociación significativa entre la cantidad de UPF que consumieron las personas y la longitud de sus telómeros. En comparación con los del grupo "bajo", los del grupo medio-bajo tenían un 29 % más de probabilidades de tener telómeros más cortos, mientras que el grupo medio-alto tenía un 40 % más de probabilidades. ¡Lo que es aún más sorprendente fue que aquellos en el grupo alto tenían un 82 por ciento más de probabilidades de tener telómeros acortados! En otras palabras, cuanto más UPF comía alguien, más rápido envejecían sus células.
Y eso no es todo. Los autores del estudio también descubrieron que cuanto más UPF comía una persona, más probable era que luchara contra afecciones como diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares e incluso depresión.