La trucha fresca o congelada tiene una corteza salada con sabor a nuez para una cena mediterránea rápida y fácil.
Descongele el pescado, si está congelado. Precaliente el horno a 350°F. Cubra un molde para hornear de 15x10 pulgadas con papel aluminio y rocíe con aceite en aerosol.
Caliente una cacerola pequeña a fuego lento; agregue el cilantro, el comino y las semillas de alcaravea. Cocine y revuelva durante 4 minutos o hasta que esté fragante y dorado. (No permita que las semillas se quemen o tendrán un sabor amargo). Retire del fuego. Usando un pequeño procesador de alimentos o un mortero, muela las semillas. Agregue los siguientes seis ingredientes (hasta la pimienta).
Coloque los pistachos en un tazón pequeño. Enjuague el pescado; seque. Unte un lado de los filetes de pescado con la mezcla de especias. Levantando dos extremos opuestos, doble el pescado en tercios. Sumerja la parte superior y los lados de los paquetes de pescado en nueces para cubrir; colóquelo en un molde para hornear preparado. Espolvorea con las nueces restantes.
Hornee de 15 a 20 minutos o hasta que el pescado se desmenuce fácilmente. Servir con rodajas de limón.