A. Un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) encontró que la papa era la verdura más consumida en los Estados Unidos. La lechuga iceberg quedó en segundo lugar.
Los expertos recomiendan comer al menos 5 porciones de vegetales al día, pero según el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer, los vegetales de colores intensos (ya sean verdes, amarillos, naranjas o rojos) y los vegetales de hojas verdes oscuras constituyen solo 0.2 porciones de las 3.3 porciones que los estadounidenses consumen diariamente.
Son estos alimentos ricos en nutrientes y de colores brillantes los que pueden ofrecer los beneficios de salud más protectores contra el cáncer y otras enfermedades, además de ayudar a las personas con diabetes a controlar su ingesta de calorías y azúcar en la sangre.
Según los expertos, cuanto más brillante sea el color de la verdura, más protectores serán los beneficios para la salud, gracias a una rica variedad de compuestos vegetales llamados fitoquímicos.
Los fitoquímicos ayudan al cuerpo a lidiar con sustancias llamadas radicales libres. Los radicales libres, formados a partir de un proceso natural llamado oxidación, pueden dañar las células y los tejidos del cuerpo, así como el ADN. El daño causado por la oxidación puede provocar la aparición de problemas de salud como cáncer, enfermedades cardíacas, cataratas y artritis.
Afortunadamente, las vitaminas antioxidantes y muchos fitoquímicos ayudan a "neutralizar" los radicales libres antes de que puedan causar daño e incluso pueden ayudar a deshacer parte del daño ya causado a las células. Los antioxidantes como el betacaroteno y las vitaminas E y C están fácilmente disponibles en vegetales coloridos.
Por supuesto, las verduras no son solo guarniciones:incorpórelas a las comidas como pastas para untar, aderezos y salsas.
Las verduras ricas en fibra, como las zanahorias y las batatas, hacen un puré espeso que debe diluirse con un poco de caldo bajo en sodio, leche descremada o mitad y mitad descremada. Una salsa puede necesitar más líquido, mientras que un aderezo para papas horneadas o verduras crudas o un sándwich para untar necesita muy poco.
Los purés de verduras también se pueden usar como aderezos para pizzas y pastas, o como base para sopas rápidas. Sirva purés de vegetales como salsas con palitos de vegetales crudos o utilícelos para untar en galletas saladas, pan o tortillas.
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