A estas alturas, probablemente hayas oído hablar de la dieta vegana y también de la dieta paleo, que comparten algunos principios pero divergen en otros. Recientemente, sin embargo, las personas están comenzando a juntar los dos en lo que se llama la dieta "pegan", que no solo es más flexible que cualquiera de estos planes de alimentación originales, sino que también podría ser excelente para su salud y su cintura.
¿Qué es la dieta pegan?
La palabra "pegan" se deriva de las palabras "paleo" y "vegan". La dieta paleo, a veces denominada dieta cavernícola, pretende reflejar los alimentos que se habrían comido durante la era paleolítica. Es una dieta basada principalmente en plantas que también incorpora ciertos tipos de carnes magras y pescado. Si los hombres de las cavernas no hubieran podido encontrarlo, los seguidores del paleo no lo comen. Por ejemplo, los humanos en la era paleolítica no comían dulces ni bocadillos procesados. ¡Esos alimentos no existían!
La dieta vegana, por otro lado, se basa completamente en plantas. Las personas que siguen una dieta vegana no comen carne, pescado, lácteos, huevos ni nada que provenga de un animal, como miel o productos a base de gelatina.
Combinando esos dos principios, Mark Hyman, MD, creó la dieta pegan, que generalmente se basa en plantas pero permite que las personas consuman carne y pescado de vez en cuando. El enfoque principal es consumir alimentos integrales ricos en nutrientes, particularmente frutas y verduras, que reducen el azúcar en la sangre y reducen la inflamación, dos aspectos de nuestra salud que pueden empeorar a medida que envejecemos.
¿Un gran beneficio de volverse pegan en comparación con seguir una dieta paleo o vegana? Es mucho menos restrictivo con sus pautas, por lo que puede ser más fácil para algunas personas seguirlo y cumplirlo con el tiempo.
¿Qué se puede comer en la dieta pegan?
¿Cómo es una dieta que se inspira tanto en el estilo de vida paleo como en el vegano? Según el Dr. Hyman, las personas deben concentrarse en consumir muchas frutas y verduras todos los días, así como cantidades moderadas de legumbres, nueces, granos integrales y carne de fuentes sostenibles.