Una col de Bruselas crujiente es buena, pero ¿una col de Bruselas crujiente con panceta? eso es el cielo Piense en la panceta como el primo más espeso del tocino. Los cubos liberan una deliciosa grasa salada en la sartén, que es absorbida por los brotes a medida que se tuestan. Por lo general, tendría que freír las coles de Bruselas para caramelizarlas adecuadamente, pero la panceta no solo infunde sabor a la verdura, sino que también la hace crujiente. El resultado es un exterior marrón dorado y un interior perfectamente tierno. Una generosa capa de ralladura después de asar equilibra la riqueza, asegurando que esta receta será un plato de acompañamiento durante años. Consejo de compras:busque panceta cortada en cubitos, lo que le ahorrará tiempo de preparación.