Para galletas perfectamente redondas, hornéalas en un molde para muffins.
En un tazón mediano combine la harina y el polvo de hornear. En un tazón grande, bata la mantequilla, el azúcar y la sal con una batidora eléctrica a velocidad media-baja hasta que quede suave. Agregue las yemas de huevo, una a la vez, batiendo hasta que se mezclen. Agregue los ingredientes secos todos a la vez y bata a baja velocidad hasta que se mezclen, raspando el tazón según sea necesario. (La masa será espesa y casi limpiará los lados del tazón).
Voltee la masa sobre la superficie de trabajo; dividir por la mitad. Forme cada uno en un tronco de 6 pulgadas. Envuélvalo con una envoltura de plástico; congelar al menos 1 hora o refrigerar al menos 2 horas.
rejilla central en el horno; precaliente a 325°F. Unte ligeramente con mantequilla o rocíe dos moldes para muffins. Use un cuchillo delgado y afilado para cortar un tronco en 18 rebanadas (1/3 de pulgada de grosor). Colocar en moldes para muffins. Corta lo suficiente del tronco restante para llenar ambos moldes para muffins ahora, o córtalo y hornéalo más tarde.
Hornee las galletas durante 18 a 20 minutos (rote los moldes para muffins de adelante hacia atrás después de 10 minutos) o hasta que los bordes de las galletas estén dorados. (Las galletas tienden a sumergirse en el centro mientras se hornean, formando un borde elevado).
Retire las galletas del horno; presione un corcho en el centro de cada uno. (Asegúrese de que la marca llegue casi hasta el fondo de la galleta). Enfríe las galletas en los moldes; retirar una vez que estén a temperatura ambiente. Repita con la masa restante utilizando moldes para muffins fríos.
Para el relleno:en un tazón pequeño, mezcle la mermelada y 1 cucharada. agua. Microondas hasta que la mezcla hierva. Coloque suficiente mermelada en cada hendidura para que quede nivelada con la parte superior de la galette. Refrigera unos 30 minutos o hasta que cuaje el relleno. Servir a temperatura ambiente.
Puede envolver los troncos de masa herméticamente y refrigerarlos hasta por 3 días o congelarlos hasta por 2 meses. Las galletas sin relleno se pueden guardar en un recipiente tapado durante unos 3 días, pero es mejor comer las galletas rellenas el día que se introduce la mermelada o al día siguiente; empaque en una sola capa o en capas separadas por pergamino o papel encerado.