El yogur a menudo es elogiado por su alto contenido de proteínas y calcio, e incluso por ayudar con la digestión en algunos casos. Pero el posible beneficio más reciente del yogur es un poco diferente:investigaciones recientes descubrieron que posiblemente podría ayudar a las personas con inflamación crónica, una afección en la que la respuesta natural del cuerpo contra enfermedades y lesiones continúa durante demasiado tiempo. Además de ser incómoda y francamente irritante, la inflamación crónica también está relacionada con muchas enfermedades graves, como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la diabetes.
El estudio, discutido tanto en el Journal of Nutrition y el Revista Británica de Nutrición , analizó a 120 mujeres premenopáusicas y las separó en dos grupos. Los investigadores ordenaron a un grupo de participantes que comiera 12 onzas de yogur bajo en grasa todos los días durante nueve semanas seguidas, y al segundo grupo que comiera budín sin lácteos durante la misma cantidad de tiempo. En diferentes puntos durante este estudio, los científicos tomaron muestras de sangre de las mujeres y evaluaron biomarcadores para medir la inflamación. Si bien algunos biomarcadores permanecieron estables, ciertos marcadores de inflamación (como una proteína llamada TNF-) mejoraron enormemente para las personas que comieron yogur.
Además de eso, los participantes también completaron un "desafío de comida" alto en calorías al principio y al final del estudio para estresar su metabolismo:comieron su yogur o pudín asignados, seguido de una comida alta en grasas y carbohidratos de dos panecillos de salchicha y dos croquetas de patata. Después de ambos desafíos, los investigadores estudiaron análisis de sangre y descubrieron que comer yogur antes de una comida más fuerte ayudó a mejorar algunos biomarcadores clave de la inflamación. Los participantes obesos que comieron el yogur tuvieron un beneficio adicional:también vieron mejoras en su metabolismo de la glucosa.
"Comer ocho onzas de yogur bajo en grasa antes de una comida es una estrategia factible para mejorar el metabolismo después de las comidas y, por lo tanto, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas", dijo el investigador Ruisong Pei en un comunicado de prensa.
Vale la pena tener en cuenta que este estudio no probó que comer yogur detenga mágicamente la inflamación crónica; más bien, los investigadores encontraron una conexión entre comer yogur y la mejora de la condición. Se necesita más investigación para averiguar qué compuestos específicos del yogur son responsables de esta conexión y cómo actúan en el cuerpo humano.
Dicho esto, la nueva investigación es prometedora para cualquiera que busque agregar alimentos a su dieta que posiblemente podrían ayudar a sus problemas de inflamación en curso. Entonces, si puede comer lácteos, vale la pena considerar agregar yogur a su lista de compras. Siempre obtenga la aprobación de su médico antes de comenzar una dieta o plan de alimentación completamente nuevo.
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