Las nueces confitadas a menudo pueden ser demasiado dulces y empalagosas, pero en esta receta de nueces glaseadas con café, el amargor del café equilibra el glaseado con su amargura característica. Las nueces tienen las notas perfectas de salado y dulce, lo que significa que combinan bien con todo, desde un cóctel borracho de Manhattan hasta un champán seco y burbujeante. Estos serían un regalo perfecto para la anfitriona. Al igual que cocinar con vino, la calidad del café importa. Es solo una cucharada en la mezcla, así que no te preocupes demasiado por la cafeína si la sirves antes de la cena.