Cubra esta receta de raviolis de calabaza con salvia fresca y queso parmesano rallado para una deliciosa guarnición comestible.
Precaliente el horno a 400°F. Coloque la calabaza en un molde para hornear de 8x8x2 pulgadas o 9x9x2 pulgadas. Rociar con aceite y espolvorear con sal y pimienta; revuelva suavemente para cubrir. Ase, sin tapar, unos 20 minutos o hasta que estén tiernos, revolviendo una vez.
Transfiera la calabaza a un tazón mediano. Triture con un tenedor o un machacador de papas. Agrega el queso y la nuez moscada.
En un tazón grande, combine la harina, los huevos, el aceite, el agua y la sal; mezcle con una batidora eléctrica o una cuchara hasta que los ingredientes se unan para formar una masa.
Voltee la masa sobre una superficie enharinada; amasar hasta que quede suave y elástica, unos 10 minutos. Cubrir; dejar reposar 10 minutos.
Cortar la masa en cuartos. Enrolle cada pieza sobre la superficie enharinada hasta obtener una capa grande y muy delgada. Recorte cuadrados de 2 a 2 1/2 pulgadas. Agregue aproximadamente 1 cucharada de relleno a la mitad de los cuadrados de masa. Cubra cada uno con los cuadrados de masa restantes; selle los bordes con un tenedor.
En una cacerola grande llevar agua a ebullición. Agrega los ravioles en tandas; cocina de 2 a 3 minutos o hasta que estén tiernos. Cubra con Salsa de Salvia con Mantequilla Dorada o la salsa deseada.
En una sartén mediana derrita 1/2 taza de mantequilla con 4 hojas grandes de salvia. Cocine a fuego medio hasta que la mantequilla comience a dorarse. Agregue 1/4 taza de caldo de pollo o caldo de verduras reducido en sodio. Calentar a través. Sazone al gusto con sal y pimienta. Servir inmediatamente.