Muchos de nosotros nos preguntamos si realmente hay una razón legítima para invertir en una forma única de cristalería para cada variedad de uva o si es solo una estrategia de marketing. La respuesta corta, para aquellos de nosotros que apreciamos el vino y queremos aprovecharlo al máximo, es sí:se necesitan copas con formas específicas para diferentes vinos.
La experiencia sensorial de un vino depende en gran medida de las copas seleccionadas. La elección de la copa adecuada influye notablemente en los aromas y en la experiencia de cata general del mismo vino al resaltar diferentes aromas. “Puedes captarlo en el aroma y la textura del vino”, dice el embajador y sommelier de Plumm, Matt Dunne. "Es fiel a cómo debería ser".
La Royal Society of Chemistry publicó los resultados de un estudio que utilizó técnicas de imágenes de video para demostrar la influencia de la forma del vaso en la distribución de etanol en el vino. Se informó que la forma de la cristalería afecta la velocidad a la que se liberan los aromas, alterando el sabor general.
Si bien no es necesario comprar todos los estilos de vasos en el mercado, vale la pena tener algunos a mano para su variedad favorita para aquellos que queremos la mejor experiencia de degustación. Y si todavía no te convence la idea, siempre es bueno tener una selección de hermosas copas para hacer que el vino barato se sienta más especial o para impresionar a los invitados.
Vino Blanco
Para Chardonnay y vinos blancos más ricos, es preferible una copa con un cuenco más ancho para permitir una aireación óptima. Los vinos blancos aromáticos como el Riesling y el Moscato requieren un recipiente pequeño para realzar las cualidades aromáticas.
Vino Tinto
Una buena copa de vino tinto necesita tener un recipiente lleno y redondeado. Una amplia abertura permite una mayor superficie de aireación para que el vino pueda respirar y liberar completamente el aroma y el bouquet.
Vino Espumoso
Una copa en forma de flauta conserva las burbujas y es ideal para vinos de estilo seco como el Brut. Una copa en forma de tulipán tiene un cuenco un poco más ancho que es perfecto para vinos más aromáticos y afrutados como el Prosecco.
El borde del vaso
Y algunas notas finales:un labio fino en un vaso hace que sea más fácil beber y menos invasivo en el proceso de degustación.
Un labio acampanado dirige el vino primero a la punta de la lengua, donde las papilas gustativas son más sensibles a la dulzura.